miércoles, 10 de julio de 2013

Cartas para Noa (8 bis)



Con el paso de los años he llegado a pensar que el amor puede ser el más terrible de los ejércitos, Noa.
Y a veces cruel…como perderse en un insondable abismo es rendirse ante su bravura.
“El amor es un estado de la mente y del corazón y del espíritu”…Te escucho decir.
 Siempre te escucho.
Estoy sentada con una copa de vino frente al ventanal, abierto de par en par, dejándome endulzar con los sonidos del viento. Intuyéndote cerca, mientras vos estás dibujándote en los contornos de la brisa.
…Recordando. ¿Acaso no fue a lo que vine entre otras cosas?
La casa de mi niñez es maravillosa en Enero. Cómo pude haber pensado lo contrario.
El sol del alba resplandece en las sierras que la envuelven con delicadeza y el atardecer, dormitando en las manos del horizonte, es un óleo perfecto de infinitos colores.
Si tan solo pudieras verlo, Noa.
Si tan sólo…
De a ratos creo que todavía cabalgo en las líneas del ocaso con los ojos explotando en los destellos de esa prometedora lejanía.
Por aquellos días adoraba montar a pelo la blanca yegua de mi Padre e imaginar que volaba por encima de las nubes que decoraban el verde espejo de nuestro jardín.
“Jamás te olvides de tus alas, eres un pájaro”
Tus palabras bellas se quedan flotando en la serenidad de esta noche…
Y me encanta saber que todavía reanimas la parte más pura de mi alma.
Y me emociona que a pesar de  los años aún  no has dejado de rescatarme.
Cuantas veces me liberaste de las pesadas cadenas de la melancolía.
Cuantas veces tuviste esa embriaguez de palabras para resucitarme de mis agonías; todas ellas, hijas del miedo…
Tenías razón,  la soledad es una sabia hechicera a la que hay que dejar ir a tiempo.
Tal vez haya llegado el momento de abandonar la gélida nostalgia de “Naxos”.
Qué tristeza pensar en el tiempo, Noa.
En el que pasó.
En el que viene.
En todo el que aún nos falta…

Fotografía: Fadi Tarawneh


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Cartas para Noa se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

3 comentarios:

  1. Bellísimo. La utilización gongorina de los adjetivos le da una sonoridad a un relato que atrapa y te sumerge en el personaje mismo. Después de lo de ayer un respiro nos viene muy bien. Bravo.

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  2. Lo descrito, lo narrado, lo que se escribe, no es lo real ni lo descrito. Pues, la realidad esta como es: la pantalla del ordenador es así y no puede ser de otra manera, cuando el sol nace o se pone por el horizonte eso es incuestionable, real y bello.

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  3. Lo descrito, lo narrado, lo que se escribe, no es lo real ni lo descrito. Pues, la realidad es como es: la pantalla del ordenador es así y no puede ser de otra manera, cuando el sol nace o se pone por el horizonte eso es incuestionable, real y bello.

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